
Nuestro destino era Purujosa, un pueblo de la Comarca del Aranda fronterizo con la provincia de Soria. Nos propusimos hacer ruta y paramos en Oseja y Calcena durante el camino. El viaje no estuvo mal, demasiadas curvas y la calzada no estaba en muy buen estado pero amenizamos el viaje. El primer alto en el ca
mino fue en Oseja, un pueblo pequeñito, enclavado entre montañas y un paisaje verde, muy verde. Nos encontramos solos cuando llegamos fuimos a rastrear las calles e hicimos una breve visita turística, el frío arreciaba y no íbamos muy bien de tiempo así que el paseo fue breve. La carretera era de similar, pero, esta vez lo que podíamos apreciar a través de las ventanillas nos hizo olvidar la sinuosidad.
Las montañas que rodean a Calcena son dignas de admirar, la carretera se enclava entre ellas dejando un paisaje magnífico. Estábamos alucinados y todo eran fotos a través del cristal. A ambos lados podíamos ver algún que otro valiente escalador. Las primeras sensaciones nos dejaron encantados y vimos la señal que nos desviaba a Calcena donde pararíamos por segunda vez. He de admitir que era la primera vez que estaba aunque siempre había querido ir ya que mi familia materna desciende de
allí. Pese a que había oido hablar del pueblo no lo imaginaba así. Paramos al lado de la chopera entre unas vistas idílicas. Lo primero que vimos fueron tres osados chavales que encima de sus bicicletas ascendían por una cuesta casi vertical que nos hizo plantearnos la subida. Por ahí hacen en fiestas el recorrido de las vaquillas, entre risas nos preguntábamos cómo podían hacerlo, la pendiente era terrible. Llegamos a la plaza y nos encontramos con un amigo, Antonio, que haría de nuestro particular guía turístico. Subimos a la iglesia, más bien colegiata, que nos dejó boquiabiertos. No entiendo mucho de arquitectura o monumentos, pero puedo decir que es muy bonita. Todos queríamos ver la cripta de las momias que está en un cuarto bajo tierra, pero, no había escalera y nos quedamos con las ganas, aunque algunos nos vimos aliviados :-).
Tras esto volvimos a la ruta y el tramo hasta Purujosa se nos hizo cortísimo. Nada más llegar vimos el semáforo, curioso, en un puebl
o en el que permanentemente viven 9 personas. Así que otra foto para el álbum. Llegamos al albergue, subimos a la habitación y rapidito al bar a empezar la noche. Nos trataron muy bien, cenamos genial también y la sobremesa fue lo mejor, pacharán, más cervezas y así sigúió la noche entre risas, bailes y recuerdos. Por la mañana más risas y caras mañaneras que nos hicieron reir todavía más. Poquitas ganas había de mover y mucho menos de enfrentarnos a otro domingo de vuelta a la rutina. Sin dudad un gran fin de semana que se repetirá aunque esta vez tocará conocer otros rincones de nuestra comarca.
ohhhhhhh
ResponderEliminarpurujosa, qe peqeño es el pueblo pero qe gran recuerdo nos ha dejado!! qiero repetir!!
esta muy chulo el relato del viaje,qe nostalgia al leerlo... a ver si a traves de tu foro alguien se anima y se recorre como nosotros los rincones que guarda la comarca del aranda!!
un besazo gordo y adelante con el foro qe esta genial! muuuakaaa
elena
larikaa!!!!que gran recuerdo contado casi como una leyenda!me ha encantado.
ResponderEliminarespero que mucha gente lea tu foro, porque no se pueden perder a esta grandiiiiiisima periodistaaa!jijiji
muxos besicosss corazonnn!
ana
sin ninguna duda coincido con ellas!
ResponderEliminarque pequeño pueblecito pero que gran recuerdo nos ha dejado, y coincido contigo en lo de seguir recorriendo esos pequeños rincones de la comarca, siempre por supuesto con vuestra compañía!
porque ha sido un finde diferente, de esos que necesitábamos desde hace tiempo, de esos que te dejan un recuerdo, y que te ries al recordar momentos, y eso me encanta!
cariñooo y yo me uno a ellas!!
ResponderEliminares muy bonito poder recordar ese viaje y con una manera d contarlo como la tuyaa! d verdad!! espero q sigamos haciendo viajes y todos esten en este peqeño rinconcito d internet pero tan grande para nosotras!!!
muchos beitoss cariño!!
claudia